EL GRAN NIVELADOR
El primer jinete es la guerra de movilización de masas. Este tipo de “guerras totales” destacando a partir del siglo XIX han sido capaces de movilizar a toda la sociedad y transformarla por completo. Los motivos por los que la “guerra total” tiende a hundir el nivel de desigualdad, a la pérdida de vidas humanas se añade la destrucción de capital físico; instaura la planificación central del Estado, que reorganiza a gran escala los recursos y destruye la estructura de producción existente; provoca la destrucción del valor del capital, se eliminan las rentas altas por impuestos confiscatorios, etc. Las principales guerras totales han sido las dos guerras mundiales.
El segundo jinete de la igualación es la revolución transformadora, como ejemplo
tenemos las revoluciones comunistas del siglo XX. El autor estudia la Unión Soviética, la China de Mao, Vietnam o Camboya, y encuentra en todos
los casos un proceso de igualación. Absoluta toma de control por parte
de la élite revolucionaria de la producción mediante un sistema de
planificación centralizada y de trabajos forzosos; destrucción masiva de
capital y del sistema de producción; y desaparición de las primas salariales
por trabajo cualificado o de beneficios empresariales.
El tercer jinete contra la desigualdad es el colapso de los estados. El autor estudia colapsos como los del Imperio Romano de Occidente, la China bajo la dinastía Tang, la civilización maya o la Grecia micénica. Si la estabilidad institucional a lo largo de periodos prolongados de tiempo tiende a producir una desigualdad relativamente alta y estable, el derrumbamiento de las instituciones tiende a revertir, a menudo violentamente, este proceso. Schiedel señala que tras el colapso de sistemas como los antes mencionados se tendía a producir la desaparición de las élites políticas y económicas, en un contexto de empobrecimiento generalizado de la población.
Por último, el cuarto jinete son las pandemias catastróficas. Scheidel estudia grandes pandemias como la Plaga de Justiniano, la Peste Negra o las devastadoras infecciones traídas por los conquistadores al Nuevo Mundo. Durante la Peste Negra murió más de una cuarta parte de la población europea, llegando en algunas regiones a un tercio e incluso, en casos como Inglaterra, hasta casi la mitad de la población.
La consecuencia económica de la desaparición de porcentajes tan amplios de la población fue que la mano de obra se volvió mucho más escasa, en comparación con la situación anterior, que factores como la tierra y el capital. Para los países en los que la población disfrutaba de una mínima movilidad económica. Pese a que la producción agregada se desplomó por la falta de mano de obra, el impacto fue más severo para las élites económicas y políticas.
Scheidel muestra que desde que el ser humano dejo de vivir en tribus de cazadores-recolectores , la desigualdad ha permanecido alta y estable. Por medio del coeficiente de Gini y los porcentajes de ingresos, Scheidel también habla de otras fuentes de desigualdad como la educación, la sanidad...
Los principales mecanismos que generan desigualdad, según el autor, son:
instituciones políticas como los estados o los imperios, que de redistribuyen
recursos de las grandes masas hacia una élite; y la innovación tecnológica y el
desarrollo económico continuado, que genera casos de éxito empresarial que
pueden llegar a acumular enormes fortunas.
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